Todos en algún momento de nuestra vida, seamos consientes o no, sentimos la necesidad de encontrar a nuestra "alma gemela", a esa persona que despierte en ti el deseo de amar y el anhelo de ser amado, a ese hombre o mujer que te hace ser una mejor persona de lo que nunca soñaste ser; ese complemento genuino perfecto, de pureza y pasión, pero no de esa pasión desmesurada que solo es para satisfacción del cuerpo, !!no de esa clase no!!, si no de esa pasión que te envuelve, que te hace estremecer el cuerpo por que tiene un punto de anclaje y partida desde lo mas profundo del corazón, donde sus cimientos firmes están hechos de ese sentimiento llamado amor.
En la búsqueda de esta alma gemela podemos llegarnos a confundir y pensar que ya la encontramos, nos dejamos deslumbrar y cegar por otras personas; y buscamos encajar de manera perfecta con esa persona que encontramos y creemos que es la adecuada, pero solo conseguimos herirnos, herir a la otra persona o ambas cosas, por que queremos que esa persona se complemente con nosotros como si fuera la pieza perfecta de un rompecabezas, pero que pasa a la hora de quererla embonar, es ahí donde nos damos cuenta que solo era una pieza parecida, pero que no tenia esa estructura autentica que se complementa de manera exacta con la parte del rompecabezas que ya tenemos, es decir con nuestra propia alma.
Y te preguntaras por que llega a pasarnos esto, por que no logramos discernir entre nuestra alma gemela y la que solo es un atisbo de esta?, y he llegado a la conclusión.... de que es por ese deseo ferviente que tenemos de ser amados, por esa necesidad del ser humano de amar, por la búsqueda de esa alma gemela que hacemos basandonos en la belleza externa y no en la interna, por que nos volvemos " CIEGOS DE CORAZÓN y SORDOS DE ALMA ".